viernes, 31 de diciembre de 2004
Vacaciones 2005. Nueva Palmira (Uruguay)
Después de pasar un par de días en Villa Paranacito, hicimos rumbo a Nueva Palmira, donde está el primer puerto sobre el Río Uruguay: Higueritas.
Se accede pasando el muelle del puerto comercial. Es un amarradero reparado y se puede amarrar de proa o de popa al muelle de hormigón, fondeando desde el otro extremo de la embarcación. Esta primera visita fondeamos por popa, pero en las posteriores que realicé lo hice al revés, sin problemas.
El sitio cuenta con una delegación de Hidrografía, por lo que hay que abonar una tasa. Tiene baños con duchas (hay unos nuevos baños concesionados que son mejores que los de Hidrografía, con una tarifa diferencial), parrillas, agua potable y recolección de residuos.
También hay un personaje simpático que es el cuidador del puerto deportivo, siempre dispuesto a traerte al barco lo que quieras, desde hielo hasta combustible, incluso la comida del día que puede ser de cocina o de parrilla.
La ciudad es muy tranquila y la costa es punto de encuentro de todos los habitantes. Un lugar destacado para ver el atardecer sobre el río es el viejo muelle de madera. Es muy común utilizar el gomón para ir a la playa, saliendo del puerto deportivo.
miércoles, 29 de diciembre de 2004
Vacaciones 2005. Villa Paranacito, Nueva Palmira, Carmelo, Conchillas, Colonia
Estas fueron mis primeras vacaciones en el barco (las de mi mujer también).
Nuestra idea era disfrutar del FEELING y conocer distintos puertos navegando por ríos interiores a motor. El Volvo 2002 lo permite, ya que consume aproximadamente un litro y medio por hora de navegación.
Villa Paranacito
El primer destino fue esta ciudad de Entre Ríos. Salimos a las 7 de San Isidro y llegamos a las 20,30 de un solo tirón. Claro, el viaje se hace relajado y es verdaderamente un paseo por paisajes siempre distintos, llenos de vegetación.
La ciudad cuenta con un muelle de hormigón de unos 600 metros de largo donde se puede amarrar la embarcación. Hay una delegación de Prefectura, minimercados, restaurant y los servicios de un pequeño poblado. Para cargar agua hay que contar con una manguera de 50 metros ya que las canillas están en los edificios, cruzando la calle. Siempre hay chicos dispuestos a ayudarte a amarrar y cuidarte el barco, por una propina claro.
Mirá el video navegando por Villa Paranacito:
sábado, 27 de noviembre de 2004
La Barra de San Juan
El lugar elegido por Aarón Anchorena para construir su residencia en Uruguay, hoy Parque Anchorena, tiene una belleza única. Una lengua de arena amarilla cierra la desembocadura sobre la margen sur y genera una playa interna de gran pendiente que permite embicar el velero a metros de la orilla. Desde el inicio del conflicto por la papelera BOTNIA, y sin precisar argumento alguno, el Presidente uruguayo Tabaré Vázquez cerró la Barra para los nautas argentinos en 2005, violando el sentido fraternal con el que Aarón Anchorena cedió el uso de su propiedad al gobierno uruguayo.
Llegamos a la mañana luego de navegar toda la noche con luna llena. Saltamos desde la delfinera y sólo había 60 cm. de agua en la proa! Inflamos un botecito de goma, jugamos, paseamos, dormimos y al día siguiente partimos a Colonia, con un chaparrón abajo y otro arriba.
Mirá el video de la Barra de San Juan:
viernes, 26 de noviembre de 2004
Navegación nocturna a Barra de San Juan (Uruguay)
Un recuerdo
Me inicié en la náutica siendo adolescente y navegué hasta los 25 años, cuando nació mi primer hijo. De esa época recuerdo que navegábamos en barcos alquilados en el club YPF. Tenía alredodor de 18 años cuando el instructor, Agustín Lezama, organizó un viaje a la barra de San Juan, partiendo de San Isidro a las 12 de la noche.
En aquel entonces no había GPS, ecosonda, anemómetro, Ozi Explorer ni nada que se le parezca. Las instrucciones fueron breves: "Hagan rumbo al Marciano, crucen el canal Mitre y establezcan rumbo 90º. Cuando vean el faro de Colonia, viren y al rato verán la Torre Anchorena sobre la costa. Cuando se acerquen busquen la boya de recalada, y sigan los boyarines de entrada. Premio al que llega primero!". Salimos a la hora prevista, luego de envergar las velas de algodón y de atornillar el compás de bronce al mamparo del cockpit del grumete.Mis dos acompañantes se fueron a dormir y quedé navegando en solitario toda la noche. A las 9 de la mañana ya estábamos buscando la boya de recalada, cuando vemos al barco del instructor llegar trescientos metros antes. Nada mal para un novato!
Después de 25 años
Este recuerdo me quedó tan impregnado que el segundo viaje que planifiqué con el FEELING fue ir a San Juan en navegación nocturna, tocar Colonia y volver. Me acompañaron mi hijo Nicolás, Martías Laks y Fabian Ponzanetti. Elegimos partir con luna llena. No hay fotos que puedan describir el placer del silencio, el rumor del agua, la suave brisa. Una experiencia única.
martes, 5 de octubre de 2004
Tablero del timón
La primer modificación fué el tablero del timón.
Ningún instrumento andaba y resolví cortar por lo sano incorporando nueva tecnología que permitió reducir sensiblemente el tamaño incorporando nuevas prestacioness.
Es así que en esta primera modificación incorporé un bidata de Navman que incluye corredera y ecosonda, mantuve el compás, y agregué un GPS Garmin 76 Map. El tablero ahora, parece el de un velero.
sábado, 18 de septiembre de 2004
Primer viaje a Colonia (Uruguay)
El 18 de septiembre de 2004, a menos de un mes de haber comprado el barco y antes de tener el carné habilitante, partimos con un grupo de amigos a Colonia.
Nos acompañaba Ariel Bobar, que había hecho el curso el año anterior y fue quien despachó el barco. Cuando estábamos por llegar a destino, confieso mi alegría porque era la primera vez en mi vida que llegaba a esta ciudad en velero. Y ahí me enteré que para todos era la primera vez, inclusive para Ariel!
A la vuelta vinimos con viento franco y ola por la aleta, mirá el video:
sábado, 28 de agosto de 2004
Primera regata
En la misma semana de agosto de 2004 que traje el barco de Rosario, partimos a participar de la regata Zárate-San Isidro con Aníbal Risso (instructor) y compañeros de curso de timonel del Club Náutico Azopardo. Como aún no tenía carné habilitante, capitaneó el barco Ariel Bobar (al timón en la foto).
El viaje a Zárate implica remontar el Paraná de las Palmas en un viaje de 40 millas. Aprovechando el motor Volvo 2002 de 18 HP con una hélice de tres palas que le puso el anterior dueño (navegaba en Rosario y allá la corriente nunca baja de los 2 nudos), decidimos remolcar dos H20 de la escuela y llevar a bordo a los 18 tripulantes. Aguante FEELING!
Resultados
Sobre casi doscientos barcos, salimos en el medio de la flota, superando por 14 minutos en tiempo corregido al Fortuna II de la Armada.
lunes, 23 de agosto de 2004
El viaje a casa
Negocié con los dueños, llegamos a un acuerdo y finalmente compré mi barco el 23 de agosto de 2004.
El día y medio que llevó traerlo navegando desde Rosario, fue el tiempo necesario para comenzar a incorporarlo como propio. Partimos a las 14 y a la noche llegamos a San Pedro donde pedimos una amarra de cortesía. Al día siguiente emprendimos el viaje hasta San Isidro. Salimos a las 7 por el río Baradero hasta el Paraná de las Palmas, lo que nos permitió ahorrar algunas millas por este peculiar río. Este atajo es angosto, sinuoso y profundo. Da la sensación de que vas navegando por una ruta que atraviesa campos. Ves sembradíos, casas, hacienda, molinos, a metros del barco.
Gracias Aníbal por acompañarme en este momento tan importante para mi.
sábado, 10 de julio de 2004
Interiores
Cuando vi estas fotos de los interiores, tomé la decisión: el barco sería mío.
Y claro, es que una imagen vale por mil palabras. Estaban ante mi vista espacios interiores bien resueltos desde el diseño que satisfacían mis exigencias de arquitecto (muy hincha, por cierto). También pude observar detalles de buena construcción y excelente terminación.
No es común en barcos de esta eslora, la carpintería que estaba viendo. Las puertas de las alacenas con celosías que permiten la adecuada ventilación de cada compartimiento los fuertes pasamanos y agarraderas en madera maciza, el pie de amigo en madera lustrada, y los instrumentos de bronce de la primera foto me encantaron. Vi la mesa con su sistema telescópico que permite transformar el comedor un una cama de dos plazas, vi un enorme placard antes del camarote de proa con TV. Vi una cocina en acero inoxidable con guardavajilla a medida, en fin, el FEELING tenía todo lo que yo quería.
Las fotos de la decisión
Esta foto exterior me cautivó. Podía visualizar la amplia cubierta con antideslizante, el enrollador de genoa marca Profurl, la delfinera de madera dura que permite tener el fondeo dispuesto para una maniobra rápida, el timón de rueda, la seguridad que brindan los guardamancebos altos, la manga generosa (3,05 m.) y el volumen interior que sugiere.
Primer contacto
Después de haber visto cerca de cuarenta barcos en venta, recibí 6 fotos por mail de un barco que estaba en Rosario. Cuando las vi, anoté en mi agenda: "Acabo de ver mi barco".
Claro, el precio excedía mi presupuesto, por lo que tendría que negociar con los dueños...
Claro, el precio excedía mi presupuesto, por lo que tendría que negociar con los dueños...
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