miércoles, 28 de diciembre de 2005

Vacaciones Río Negro 2005/2006 - Soriano




Después de descansar un día en Nueva Palmira partimos rumbo a Soriano.
Salimos temprano esperando contar con una fuerte correntada en contra remontando el Uruguay, pero no fue así. Llegamos en seis horas. Nos fueron de gran utilidad tener la ruta marcada en el GPS y contar con buenos prismáticos, ya que la distancia entre los pares de boyas que marcan el canal, es considerable y en ocasiones no permiten verlas a simple vista.
El río es muy ancho y el canal va serpenteando, acercándose alternativamente a una y otra costa.
Nos sorprendió ver islotes pequeños de arena dorada muy cerca del canal.
Soriano es la ciudad más antigua de Uruguay, y cuenta con Aduana. Tiene un pintoresco muelle con provisión de agua potable y boyas al borneo.

sábado, 24 de diciembre de 2005

Vacaciones Río Negro 2005/2006 - Nueva Palmira


Desde la planificación, estas vacaciones fueron un desafío. Había leído un par de descripciones de lo hermoso del lugar que me entusiasmaron. Planteamos una primera etapa en el hermoso puerto uruguayo de Nueva Palmira al que llegamos luego de 10 horas de navegación. Los atardeceres vistos desde el viejo muelle de madera son indescriptibles.

lunes, 7 de noviembre de 2005

Quiero compartir con mis amigos mi primera experiencia en las 100 Millas Rioplatenses (en la pelea por el último puesto, jejeje)

Corrimos con el [FEELING] las 100 Millas Rioplatenses. Fue la primera experiencia en esta regata para los cinco tripulantes a bordo. Hicimos una reunión previa para estudiar el recorrido, con las tablas de marea del Puerto de Buenos Aires, La Plata y Colonia, y los pronósticos disponibles (aún no teníamos el de Tony, lamentablemente). Temíamos las calmas y los vientos de jeta con marejada, donde el Chaparrón 28, con sus 7 toneladas no rinde. No bajamos ni un alfiler, y lo llenamos de empanadas, salamines y tinto como para correr hasta Europa.

Primera pierna Olivos – La Plata
En la primera pierna a La Plata, teníamos que llegar a las 15, para aprovechar la bajante en todo el trayecto, y encarar la pierna a Colonia en creciente. Para nosotros era muy optimista llegar a ese horario porque implicaba navegar a 5 nudos y medio de promedio. Y lo logramos, virando en el último lugar las boyas del barco hundido Don Agustín, pero con varios barcos cerca, lo cual nos alentaba.

Segunda pierna La Plata - Colonia
Rumbo a Colonia el viento se dio de ceñida y preferimos derivar un poco para mantener al barco caminando siempre, aprovechando la corriente de crecida del río. Fue una pierna muy relajada, pero de poca velocidad y de recorrido extendido por los bordes. De todas formas, como llegamos en un horario optimista a La Plata, viramos la boya de Colonia a las 21.30, media hora después de nuestra estimación para las dos primeras piernas.
Nos costó bastante ubicarnos y tuvimos que tirar varios bordes hasta pasarle finito a la boya 3 y encarar el borde definitivo que nos llevaría a la boya fondeada frente a Santa Rita. Es la primera vez que paso tan cerca de Colonia y no entro al puerto! Acá ya teníamos tres o cuatro barcos atrás nuestro y pasamos a uno justo en la virada de la boya.

Tercera pierna Colonia - YCA
Enfilamos nuevamente hacia la boya 3 y luego hacia el Puerto de Buenos Aires, dejando el respeto necesario al sur de Farallón.
A eso de las 22, uno de los tripulantes dice: “No me gusta nada esa nube que viene atrás, ¿por qué no enganchamos la genoa en el enrollador? (en regata la amuramos más baja, para ganar esos 50 cm. del enrollador). A mi no me parecía, pero ganó la moción y otro tripulante fue a proa para hacer la maniobra.
Justo cuando terminó, ni un segundo antes ni un segundo después, se largó el SE con una fuerza inesperada. El mismo tripulante que estaba en proa, cobró el enrollador y zafamos justo a tiempo.
Otro tripulante estaba abajo preparando las empanadas para calentar en el horno y cenar. ¡Agarrá las empanadas!, grité, y por suerte las manoteó en el aire.
A partir de ese momento, tomamos una mano de rizos y el Chaparrón empezó a navegar a 6.5 nudos con viento del través y la mayor bastante filada. Escuchamos que algunos barcos abandonaron y entraron a Colonia y otros seguían sólo con tormentín.
Como el viento no aflojaba y las olas comenzaban a ser cada vez más grandes, sugerí que nos pusiéramos los chalecos, comentario que fue bien interpretado por todos. Digo esto porque no fue fácil para mí decirlo. Uno me preguntó: “¿Estás preocupado Oso?” La respuesta era muy difícil de dar, “no puedo decirte que estoy preocupado, sí puedo decirte que estoy muy atento”.
A una hora del YCA, veo que los instrumentos tienen una luz muy débil y el GPS se desconectó. Se agotó la batería, después de tanto uso (bombas, inodoro y luces). Pasé el timón y bajé a cambiar la llave de baterías para usar la de reserva. En ese momento, una ola pasó por arriba del barco. Los que estaban arriba pegaron un grito entre –Montaña rusa y chapuzón en agua fría-. Abajo volaron bolsos cerrados, bolsos abiertos, víveres de todo tipo, cámaras de fotos. Todo flotando en 10 cm de agua que las bombas no alcanzaban a chupar debido a la escora. Parecía un pulpo agarrando las cosas y tirándolas en lugares donde no volvieran a caerse, mientras me agarraba a mi mismo para no terminar noqueado contra algo.
Por suerte pudimos reestablecer la iluminación y ver la lucecita verde de la escollera del puerto, muy pobre por cierto.
Llegamos por fin a eso de las 2.30 del domingo. El GPS marcaba una media general de 5.1 nudos y una máxima de 8.5 nudos (en la pierna Colonia-YCA). De Colonia al YCA, tardamos unas 5 horas, a 7 nudos de promedio, sólo con mayor y una mano de rizos.

Comentarios finales
Fue una experiencia exigente, adecuada al conocimiento de la tripulación y al barco que nos llevaba. Ninguno de nosotros había navegado 17 horas y media. Ninguno había ido a La Plata. Ninguno había llegado a Colonia de noche. Ninguno había llegado al puerto de Buenos Aires de noche. Ninguno había tenido semejante rosca de noche, y menos en regata, que nos exigía mantener un rumbo de través que en otras circunstancias no hubiéramos establecido.
Todavía no se cómo salimos, pero la experiencia fue inolvidable.

Agradecimientos
Mi agradecimiento a la comisión de regatas del CINAVE, ADES, Prefectura Nacional Naval Uruguaya y Prefectura Naval Argentina que siguieron a cada participante en forma radial durante todo el recorrido.
Mi especial agradecimiento a un guardacosta que nos siguió a una milla a sotavento durante las tres últimas horas de regata, en lo peor de la sudestada, brindándonos la seguridad espiritual de que había alguien cerca dispuesto a brindar su ayuda en caso de requerirla.
Gracias a Juan José Abraham, Ariel Bobar, Matías Lakas y Fabián Ponzanetti, tripulantes de lujo.
Gracias a Héctor Torres que, cuando estaba a punto de comprar mi barco y todos me decían que el Chaparrón no navega bien me dijo: “El barco no es rápido, pero navega bien, corta bien la ola y es muy seguro. ¿Acaso un buen guitarrista es bueno porque toca rápido, o porque toca bien?”.
Gracias [FEELING], sos un barcazo!

jueves, 13 de octubre de 2005

Canal del Este octubre 2005



Primera botada del gomón.

domingo, 25 de septiembre de 2005

Regata a Quilmes Septiembre 2005


Esta fue la regata más triste de mi vida. Cuando llegamos a Quilmes nos enteramos que habían naufragado tres barcos la noche anterior camino a Olivos. No aparecían los tripulantes de una de las embarcaciones. Fallecieron los tres. Esta es la imagen que me partió el alma. Al volver de Quilmes, cerca de la toma de agua de Bernal vimos una barcaza junto al velero hundido.

domingo, 28 de agosto de 2005

sábado, 13 de agosto de 2005

Colonia en agosto de 2005



Para compensar el frío del Día del Padre, nos hicimos una escapadita a Colonia en Agosto.
La hamaca paraguaya en proa, causó la envidia de todo el puerto!


domingo, 19 de junio de 2005

Día del Padre 2005 en Aulicino


Muchísimo frío. Realmente Tomás y Nico demostraron un gran amor por su papá!

viernes, 25 de marzo de 2005

Semana Santa 2005



Con un poco de fresquito, pasamos Semana Santa en Colonia. De repente vimos partir al ITHACA de las hermanas Brizuela que comenzaban su travesía por el mundo dejando el puerto uruguayo.
Pocos minutos antes estaba leyendo un reportaje de Pepe Rothman publicado en una revista náutica a una de las hermanas. Construyeron su propio barco y partieron a la aventura.

domingo, 20 de febrero de 2005

Champán a bordo


Celebrando un encuentro de amigos con "Cuba", Iván y Hugo en febrero de 2005

sábado, 15 de enero de 2005

Día de pesca en el San Antonio


Primer día de pesca en el Feeling. "El Turco" y "La Momia" trajeron su valijita de pesca, sin avisar claro. Pleno sol un día de enero de 2005.
La falta de viento y el calor presionaron para la decisión: Vamos a fondear en el San Antonio.

domingo, 9 de enero de 2005

Vacaciones 2005. Colonia (Uruguay) fin.





Y de Conchillas, rumbeamos hacia Colonia del Sacramento como último destino de nuestras vacaciones antes de volver a San Isidro.
Amarramos de proa al muelle de piedra donde está la baliza Santa Rita que marca el ingreso al puerto deportivo.
Como no teníamos gomón, esto nos facilitaba subir y bajar del barco para recorrer la ciudad.
También alquilamos acá una motito y conocimos la playa de Ferrando que está pasando el puerto comercial desde donde parte el Buquebús. Es una playa muy frecuentada por los habitantes de la zona y cuenta con un parador abierto hasta las 19.
Como dice mi amigo Rubén Cherni: "Colonia es un paraíso al que todos deberían tener derecho a permanecer aunque sea diez minutos en su vida".

Acá finalizaban nuestras primeras vacaciones en el FEELING.
Una cosa es navegar, y otra muy distinta es vivir en el barco 13 días conociendo distintos lugares. Realmente nos sentimos cómodos. Pudimos cocinar, comer, dormir, y hasta ducharnos en el barco. Tan bien nos sentimos que ya comenzamos a programar las vacaciones del año próximo con un destino más ambicioso: Río Negro (Uruguay).

miércoles, 5 de enero de 2005

Vacaciones 2005. Conchillas (Uruguay)



Desde Carmelo decidí no arriesgarnos a ir por el Canal Santo Domingo, así que retomamos el Canal Buenos Aires, pasamos por el Canal del Infierno (que no honró su nombre, gracias a Dios) y a la altura del Km. 95,4 accedimos a Conchillas.
Pudimos entrar gracias al calado de 1.40 m. del FEELING, ya que la entrada a este puerto tiene muy poca profundidad, y la misma no depende tanto de las mareas, sino del viento. Con viento norte, ni lo intentes. Adentro la profundidad media es de 2,70 m., pero en la entrada es de sólo 1,60 m.
El arroyo no tiene muelle pero se puede amarrar el barco a los árboles de la costa. en el Club Conchillas y Ombúes Pesca y Yachting (COPY) se puede comer y tienen instalaciones sanitarias y recolección de residuos. El encargado del club es un tipo encantador que cocina bogas, viejas de agua y pizzas a la parrilla, a precios bajísimos.
Caminando unas cuadras se llega a la playa sobre el Río de la Plata donde están los restos de un viejo barco de madera. Nos quedamos disfrutando de la maravillosa tranquilidad de este lugar y fué acá que por primera vez dormimos en el cockpit mirando las estrellas.

lunes, 3 de enero de 2005

Vacaciones 2005. Carmelo (Uruguay)



Luego de permanecer dos días en Nueva Palmira, partimos hacia Carmelo, la única ciudad uruguaya fundada por Artigas.
Este puerto ya pertenece a la jurisdicción del Río de la Plata, por este motivo el despacho no es radial sino que debe ser cumplimentado con un Rol, aunque sea entre dos puertos uruguayos.
El viaje es corto y la única precaución a tener en cuenta es consultar la altura del agua en la delegación de Guazú Guazucito (Argentina) o en control Carmelo (Uruguay) debido a que el canal que pasa al sur de la isla Sola, tiene poca profundidad. Es conveniente, además de tener la ruta marcada en el GPS, llevar buenos binoculares que facilitarán la visualización de las boyas que marcan el canal.
El puerto deportivo tiene un muelle de hormigón de unos 700 metros. Cuenta con Servicio de Hidrografía, con baños, parrillas, agua potable y recolección de residuos. Se acostumbra largar fondeo por proa y atracar por popa al muelle. Es un destino habitual de cruceros.
A pocas cuadras hay un extenso parque arbolado y cantidad de paradores sobre las playas de arena amarilla. Alquilando una motito pudimos conocer la ciudad.