Debido al choque, se rompió la pieza de acople entre el motor y la pata. El cuerpo que tiene el estriado hembra, se desoldó de la sección exterior, girando en falso.
También se rompió la pata de goma que soporta la pata del motor. Este fue el único signo de siniestro que reconoció la aseguradora, debido a que no había marcas visibles ni en el casco, ni en la pala del timón, ni en la hélice.
La aseguradora esperaba ver una raya, una hélice rota, o algo parecido. Está claro que si choqué contra un objeto semisumergido, probablemente un tronco de dimensiones considerables como para doblar el timón y frenar en seco el motor, ese elemento es superficialmente más blando y no deja marca. Me costó tres meses de varadero y discusiones diarias lograr que reconocieran en parte el siniestro.
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