El sábado tenía turno para sacar el barco, limpiar el fondo y revisar el quillote antes del viaje programado a Piriápolis. Pero no arrancó.
Cité al mecánico y tampoco lo pudo arrancar. Después de varios intentos se descompuso el burro de arranque. Se sacó y el viernes ya estaba nuevamente instalado.
Probamos y tampoco arrancó.
El diagnóstico: "La válvula de admisión no cierra y pierde compresión".
La solución: Abrir el motor, sacar la tapa de válvulas y rectificarla.
Debido a la escasa separación entre el piso del cockpit y el motor, no se puede sacar la tapa de válvulas sin sacar el motor! Y a las 50 horas, hay que sacarlo denuevo para regular las válvulas. Una locura.
Este fue el motivo que llevó a tomar la decisión de calar el piso del cockpit y poner una tapa para tener acceso al motor. Qué momento!
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