Pese al pronóstico de lluvia para todo el sábado, a las 11 el viento era nulo y estaba como para navegar a motor, cargamos víveres y salimos.
Frente a la farola de San Isidro había una brisita y resolvimos izar velas y disfrutar de un río manso. Llegó la hora de comer y fondeamos, sin darnos cuenta de que estábamos "en el medio" de la cancha de regatas de Grumete. La regata largó y fuimos los únicos espectadores de la competencia. Para nuestra sorpresa, vimos a Germán Frers timonear el "Banana" con vela 274. Qué emoción para él debe ser correr un barco diseñado por su padre hace 50 años!
Luego vimos la tormenta que se aproximaba, bajamos velas, ordenamos, y llegamos a la amarra con la chubasquera puesta. El diluvio posterior fue el ansiado alivio a la temperatura agobiante. Las seis dosis de Schneider frappé no pudieron resistirse y sucumbieron a nuestra sed.
Emocionante ver la regata de "Grumetes". Involuntaria la ubicación en la cancha.
ResponderEliminarQué barcos nobles y marineros !
La prolijidad y velas bien trimadas habla del orgullo de los que los navegan.
Con esta entrada a puerto compensamos la del 9 de julio 2007 entrando con NIEVE !
Feeling "amplio espectro" !
Confieso que me costó pasar del "Uy, estamos molestando" al "qué buena ubicación para ver la regata".
ResponderEliminarEn la entrada, el nombre Frers tiene un link a su estudio. Fijate los barcos que diseña el tipo y, sin embargo, mantiene sus raíces en el Río de la Plata. Todo un símbolo.